lunes, 31 de agosto de 2009

Espiritualidad Alternativa

Otra vez me hago espejo de los escritos de Juan Masiá, esta vez, un articulo sobre espiritualidad, ¿porque?, pues sencillamente porque lo veo muy acertado. ¿cuantas veces leemos sobre que la espiritualidad es esto o aquello? ¿cuantas veces nos perdemos en pajas mentales al hablar sobre ella, si es esto o lo otro, a veces llenándonos la boca de palabras , frases grandilocuentes dichos por el gurú preferido de cada uno, que muchas veces poco dice a los demás contertulios.
Entre tanto, nos vamos desconectando de lo que nos sostiene, vamos renegando de el, y me refiero a nuestro cuerpo, si con frases.... de que nosotros no somos nuestro cuerpo, y es verdad, somos mucho mas que ello, pero sin el cuerpo, aqui y ahora no somos nada, Ya, ¿como puede ser eso? pues sencillamente porque todas las partes de las que estamos hechos son necesarias, y que tomandolo como conjunto.... somos mas que las simples funciones de nuestros organismos, y creo que es a eso a lo que se refieren.
Nos llenamos la cabeza de lecturas, teorías...... y nos olvidamos de la vivencia.
Esta semana pasada tuve un curso de 5 dias sobre el Eneagrama que fue ¿impartido? por Paolo Quattrini, la forma de impartir las clases?.... primero la vivencia y después .... si hacia falta... la teoria, ¿porque? pues sencillamente porque la teoria entorpece la experiencia.... la cabeza para, aborta posibles experiencias.... porque sencillamente... no se ajustan como sucede con la cama de procrusto.

Espero que este articulo de Juan Masiá sea mas una liberación que una cama de Proscruto. no me alargo mas y doy paso al articulo de Juan Masiá.

Mitakuye Oy Asin

Erlik Khan



Espiritualidad Alternativa
Por Juan Masiá Clavel
  1. La espiritualidad no es cuestión del espíritu solamente; la espiritualidad es, en las tradiones orientales, inseparable de la corporalidad.
  2. Aunque haga falta hablar de espiritualidad, también es muy necesario aprender a callar sobre espiritualidad, como aprender a callar sobre Dios. Y cuando llegue el momento de hablar, habrá que acentuar más lo descriptivo y vivencial que lo explicativo y prescriptivo.
  3. Queda mucho por hacer en el tema de liberarse de antropomorfismos al hablar de Dios, de religión y de espiritualidad.
  4. Aunque cada vez seamos más conscientes dee la necesidad de superar exclusivismos intolerantes y sectarios, reaparecen disimuladamente de muchas maneras. Es el obstáculo mayor para la inculturación de la fe cristiana en Oriente.
  5. En la búsqueda de otra espiritualidad posible pesa demasiado, a veces, la obsesión por la identidad. Necesitamos cobrar mayor conciencia de que las identidades no están nunca acabadas, sino en movimiento y son multidimensionales.
  6. No basta pasar de la mentalidad de culturas llamadas agrarias a las industriales o incluso a las postmodernas. También hay que redescubrir valores ancestrales perdidos u olvidados, ya a partir de las primeras urbanizaciones en la antigüedad. Por ejemplo, aunque haya que superar lo mágico, es discutible si se puede desechar lo ritual. También hay que resdescubrir vínculos comunitarios, a la vez que se evita el tribalismo.
  7. Frente a la exaltación tecnocientífica y a su rechazo ingenuo, hay que descubrir nuevos modos de integración de naturaleza y tecnología que repercuten en el estilo de vida y en las formas de espiritualidad.
  8. Solamente estando insertados corporalmente en el mundo empobrecido, injustamente oprimido e ignorado, se podrá elaborar una espiritualidad que integre el compromiso por la justicia con la compasión universal.
  9. Frente a la destrucción de la naturaleza y los intentos románticos de retorno forzado a ella, necesitamos una nueva integración de comunión con la naturaleza, comunión con las personas y transformación mutua de ambas.
  10. El excesivo miedo y sospecha frente al llamado panteísmo nos impide vivir a fondo la interconexión, interrelación y vinculación muta de todo con todo en el misterio de la vida. Una forma de espiritualidad importante es la que busca en todo el retorno a esa unidad primordial.

1) La espiritualidad no es cuestión del espíritu solamente; la espiritualidad es, en las tradiciones orientales, inseparable de la corporalidad.

Pneuma, en griego; prâna, en sánscrito; ruah, en hebreo; qi, en chino;…tienen que ver con la respiración. La comunidad que se sumerge en el rito respira unida, tanto el polvo del camino en el Rocío, como la humedad de lluvia fina y niebla entre el aroma de los bosques milenarios del santuario de Ise, en Japón.

2) Aunque haga falta hablar de espiritualidad, también es muy necesario aprender a callar sobre espiritualidad, como aprender a callar sobre Dios. Y cuando llegue el momento de hablar, habrá que acentuar más lo descriptivo y vivencial que lo explicativo y prescriptivo.

La confluencia de la profundización en el camino de la interiorización de la religiosidad en el budismo (p.e., el Zen) y la manera sintoísta de vivir la fascinación reverente ante las manifestaciones de lo sagrado en la naturaleza favorece una espiritualidad del silencio: callar sobre lo trascendente y dejarse envolver por ello, sin empeñarse en explicarlo o controlarlo con racionalizaciones. Una espiritualidad más allá de las expresiones religiosas.

Jesús, Buda, Confucio y Sócrates fueron tenidos por ateos. Su libertad frente a todas las formulaciones fijas parece increencia a los ojos de quienes no se han desatado de la esclavitud del lenguaje.

Hay que ir más allá de la doble tentación de temer la muerte y de ignorarla. Tanto el miedo a la muerte y la consiguiente elaboración de visiones del más allá, como el olvido de la muerte y la falta de apertura al más allá, empequeñecen a la persona y secan la espiritualidad. Han de callar los lenguajes que encierran en el círculo vicioso de las explicaciones o de las contra-explicaciones o anti-explicaciones, de teísmos y ateísmos, de teologías y anti-teologías. Y dejar hablar a los lenguajes que abren el espíritu con la creatividad del símbolo y la metáfora. Calló Jesús cuando le reguntó Pilatos qué es la verdad. Calló el Buda cuando le preguntó Malunkyaputta cuando empezó el tiempo.

3) Queda mucho por hacer en el tema de liberarse de antropomorfismos al hablar de Dios, de religión y de espiritualidad.

Los antropomorfismos facilitan (o hacen caer en el engaño de que facilitan) el aceso a lo sagrado, pero al precio de empequeñecerlo, al tratar de controlarlo, visualizarlo y explicitarlo.

Todo culto tiene la ambigûedad de ayudar a cultivar mente y corazón, pero también fomentar el crecimiento de los ídolos en el campo de la interioridad. Cuanto más se cree tgener lo sagrado en las propias manos, menos se deja el espíritu envolver por ello sin dominarlo, ni usarlo para dominar.

Hay que dejar la balsa tras cruzar el río. Tras modelar la cera para configurarla, hay que derretirla de nuevo, para evitar que la figura se solidifique en ídolo.

4) Aunque cada vez seamos más conscientes dee la necesidad de superar exclusivismos intolerantes y sectarios, reaparecen disimuladamente de muchas maneras. Es el obstáculo mayor para la inculturación de la fe cristiana en Oriente.

También en la historia del budismo japonés encontramos situaciones de conflicto (tanto dentro de un grupo religioso, como entre diversos grupos o entre estos y la sociedad). El denominador común en la mayoría de los casos es una cuestión de poder. Pero cuando las religiones se contaminan con el deseo de poder decae y degenera la espiritualidad.

No es cuestión de elegir entre unas y otras corrientes religiosas, ni entre Oriente y Occidente. Todas las tradiciones espirituales, todas sin excepción, han de pasar por la depuración de renunciar a cualquier pretensión de ser lo único absoluto y verdadero.

“Jiyuu-jiza” significa liberación de toda atadura: autoridad, mitos, ideologías, o manipulaciones adoctrinadoras.

5) En la búsqueda de otra espiritualidad posible pesa demasiado, a veces, la obsesión por la identidad. Necesitamos cobrar mayor conciencia de que las identidades no están nunca acabadas, sino en movimiento y son multidimensionales.

La gran aportación de Jesús al tema de la identidad es ayudar a liberar de la obsesión por ese tema: Hacernos salir del encerramiento en el yo, dejar que el yo se abra; no matarlo, sino expandirlo sin fronteras, desengañado de todo ensimismamiento.

6) No basta pasar de la mentalidad de culturas llamadas agrarias a las industriales o incluso a las postmodernas. También hay que redescubrir valores ancestrales perdidos u olvidados, ya a partir de las primeras urbanizaciones en la antigüedad. Por ejemplo, aunque haya que superar lo mágico, es discutible si se puede desechar lo ritual. También hay que resdescubrir vínculos comunitarios, a la vez que se evita el tribalismo.

Cuando hablamos (¡con motivo para ello!) de transición a una sociedad post-tradicional, no hay que olvidar la ambigûedad inherente, tanto a las sociedades tradicionales como a las post-tradicionales. Junto a las estrecheces del tribalismo tradicional, había valores (p.e., vínculos comunitarios op de comunión con la naturaleza) que tendrán que ser recuperados por las sociedades post-tradicionales que los olvidaron. Pero hay que llevar cuidado para evitar que esta reivindicación se identifique con añoranzas fundamentalistas de retorno al tiempo pasado como criterio intocable.

Hay algo muy positivo en el echar de menos la asensibilidad comunitaria del sintoísmo primitivo, que comulgaba con la naturaleza sin destruirla. Pero la otra cara que esa añoranza ha mostrado en la historia es el rostro ideologizado del nacional-sintoísmo de pre-guerra al servicio d epolíticas militaristas de ultraderecha. Es el peligro de las añoranzas puestas al servicio del poder.

En contacto con tradiciones sintoístas, p.e., redescubrimos la importancia del papel que juega lo ritual y la necesidad de distinguir ganga y mena en las manifestaciones de la religiosidad popular, desde las procesiones japonesas llevando en hombros los altares “mikoshi” hasta las semanas santas mediterráneas. El empeño en racionalizar estas expresiones no garantiza su profundización espiritual ni asegura el descubrimiento del papel que juegan para hacer sintonizar comunitariamente con el Misterio.

7) Frente a la exaltación tecnocientífica y a su rechazo ingenuo, hay que descubrir nuevos modos de integración de naturaleza y tecnología que repercuten en el estilo de vida y en las formas de espiritualidad.

A fines del siglo XIX la política de modernización del gobierno japonés, al abrir el país al extranjero tras casi dos siglos de aislamiento internacional, favoreció lo que se llamó entonces “europeización” y las corrientes de imitación y competencia con Occidente. En política, economía y tecnología se alentó la llamada modernización, mediante la alianza de gobierno y capitalismo liberal. Se habla de derechos, pero predominan los liberales civiles sobre los sociales. En ese contexto, protestantismo y catolicismo hallan un terreno abonado para captar a una parte de la elite intelectual y económica de la sociedad. Pero en la misma época el gobierno aplastaba los movimientos de reivindicación de derechos por parte de las clases más desfavorecidas. El pueblo, en situación oprimida, halla apoyo en una minoría del protestantismo yh catolicismo sociales que, lamentablemente sigue siendo minoría en la actualidad. También fue minoría a la hora de optar entre “oponerse o sobrevivir” bajo elnpoder de ideologías políticas militaristas de unidad nacional en tiempo de pre-guerra. Solamente en la segunda mitad del siglo XX ha aparecido una iglesia que pide perdón por el pasado y opta por proclamar una espiritualidad de liberación. (Aunque hay que reconocer que una buena parte de los fieles protestantes y católicas está dividida entre “espirituales” y “sociales”).

8) Solamente estando insertados corporalmente en el mundo empobrecido, injustamente oprimido e ignorado, se podrá elaborar una espiritualidad que integre el compromiso por la justicia con la compasión universal.

9) Frente a la destrucción de la naturaleza y los intentos románticos de retorno forzado a ella, necesitamos una nueva integración de comunión con la naturaleza, comunión con las personas y transformación mutua de ambas.

Cf. Lo que he escrito en diversas ocasiones sobre el filósofo Watsuji y su visón del manejo d ela natrualeza en la estética japonesa como “artificialidad natural”.

10) El excesivo miedo y sospecha frente al llamado panteísmo nos impide vivir a fondo la interconexión, interrelación y vinculación muta de todo con todo en el misterio de la vida. Una forma de espiritualidad importante es la que busca en todo el retorno a esa unidad primordial.

El miedo a perderse en la totalidad y las sospechas ante cualquier apariencia de lo que se llama peyorativamente panteísmo nos impiden dejarnos estar sin más en la realidad y no nos dejan percibir que solamente hay una única realidad fontal.

Nos podemos encontrar en casa en el mundo al percibir que todo conecta con todo. El sintoísmo primitivo nos ayuda a recuperar la sensibilidad para admirar, reverenciar y quedarse sobrecogido ante lo sagrado en medio de la naturaleza, sin controlar la realidad, ni abarcar con el conocimiento el Misterio.

6 comentarios:

Soledad dijo...

Hola. Leo tu post despues de leer el de Z y tu comentario.
No creo que el teme sea la irrealidad del mundo natural (cuerpo incluido) ni desde luego desligarse de ello. Todo lo contrario. De lo que habría que liberarse, según entiendo, es del concepto "cuerpo", que crea una entidad inexistente a partir del conjunto de sensaciones que se perciben... sin nadie que las perciba, porque tan ilusorio como el concepto de cuerpo es el concepto de ego.
Pero muchas veces confundimos la necesidad de liberarnos de la prisión de los conceptos con el intento de aniquilar lo real que subyace a ellos.
Recordemos aquéllo de "no había ni oido ni campana, sólo tañido".
Un abrazo.

Eugenio Criado dijo...

Soledad, si es como dices, totalmente de acuerdo contigo.... los comceptos se convierten muchas veces en carceles, que no nos permiten ir mas alla de lo que ellos afirman.

Solo que a veces.... queda dado por sobreentendido la cuestion de comceptos,,, que si no tenemos cuidado.... nos equivocamos y creemos que el compceto es lo mismo que lo que describe.

(z) Victoria dijo...

:) venía a comentarte lo mismo que Soledad! qué sintonía, guau!
También he leído el artículo del Padre Masiá, y veo que tras las palabras (conceptos, cultura, condicionamientos) hay un fondo común, un sentido en el que todos estamos de acuerdo (si queremos!); por ejemplo cuando dice: "Hacernos salir del encerramiento en el yo, dejar que el yo se abra; no matarlo, sino expandirlo sin fronteras, desengañado de todo ensimismamiento." Tras las palabras, una verdad que se está diciendo desde hace mucho, en todo lugar, por muchas personas (advaita, sufismo, budismo ...)
Un abrazo!

Delia dijo...

Estas reflexiones me parecen excelentes, estoy de acuerdo en la necesidad de aclarar y profundizar aspectos de la espiritualidad que llevan a confundirla con manipulaciones, interesadas a veces, o involuntarias por falta de claridad.
La expansión del yo, la integración cuerpo-espìritu, el abandono de la pretenciosa identidad que aborta todo encuentro ecuménico real, la superación de la ilusión de separatividad causa de todas las confusiones y errores, etc.
No conocía a Masiá, voy a seguirlo atentamente.
Gracias.

Anónimo dijo...

erlik, sobre las bajas en la iglesia católica, islam y otras religiones, ¿de qué eres mas partidario? ¿de las apostasías o de las nulidades bautismales?

Eugenio Criado dijo...

Anonimo, desconozco la diferencia entre ambas, si me das una definicion clara de cada una, quizas me pueda decantar por una de ellas... la verdad... que lo de nulidad bautismal no sabia que existiera.
De todos modos es algo que de momento no me preocupa demasiado.

Mitakuye Oy Asin

Erlik Khan

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