La meditación concierne a la mente.
La mente es muy parecida al cielo: sin
forma, sin substancia, sin dimensión.
Igual que pasa con el cielo, todo el
mundo sabe que la mente existe, pero
muy pocos saben lo que es verdaderamente.
Como el cielo, la mente no tiene ni
centro ni limites. Nosotros no tenemos
la experiencia de este estado ilimitado.
Por el contrario, reducimos lo infinito
a finito y permanecemos encerrados en los
limites estrechos de lo que llamamos "Yo".
Bokar Rimpoché
Mitakuye Oy Asin
Erlik Khan