viernes, 7 de mayo de 2010

El Velo


¿Quien soy yo para hablar del uso del velo o hiyab con un mínimo de autoridad y siendo ademas hombre?

Creo que este tema es responsabilidad de la mujer, de su propia elección, donde los hombres tan solo tenemos que respetar vuestra decisión.

Poco antes de terminar el libro "mujeres que corren con lobos" de Clarissa Pinkola me encontré con estas lineas que hablaban sobre el uso del velo, desde el punto de vista femenino y fuera de la influencia del islam, ¿No es un punto de vista fuera de lo común" sobre el uso del Velo (Hiyab) en un momento que en España y Europa esta tan candente?. Me gusto lo que lei, en cierto modo me hizo reflexionar si el uso del velo no seria algo de pura iniciativa femenina en un principio que despues fue monopolizado por el machismo para el sometimiento de la mujer. Quizas sea este el problema actual, en el que la mujer ha empezado a usar el velo por iniciativa propia y que poco tiene que ver con la imposición de la jerarquia machista de los islamistas, pero que los medios de comunicacion tendenciosos no solo no aclaran sino que tratan de enturbiar todavia más el tema para.... someter a la mujer de otra manera, a la moda por ejemplo... ¿cuantas de vosotras no repite el ponerse un vestido... porque esta pasado de moda?

Pues bien, después de leer a Clarissa, decidí buscar mas información sobre el Hiyab, la inmensa mayoría de lo que encontré eran de artículos escrito por hombres, ¿donde estáis las mujeres musulmanas para hablar de ello?.

En la mayoría de las referencias al Corán que encontrado se dice que el uso del hiyab es voluntario pero el verbo 'deber' aparece cada dos por tres, y ,¿no es "deber" un sinonimo de obligación ? Al menos en nuestra sociedad si lo ha sido entre nosotros, (por este motivo en gestalt se trata de quitar esta palabra del vocabulario sin sustituirla por ninguna que se le parezca, si lo que se quiere es que la persona se de cuenta de sus verdaderos limites entre ella y su entorno). ¿Como interpretaríamos lo siguiente?

¡Oh Profeta! Di a tus esposas, a tus hijas y a las [demás] mujeres creyentes, que deben echarse por encima sus vestiduras externas: esto ayudará a que sean reconocidas y no sean importunadas. Pero [aun así,] ¡Dios es en verdad indulgente, dispensador de gracia! [33:59]

(extraido de webislam.com :http://www.webislam.com/?idt=12424)

Lo curioso, es que este mismo texto aparece en la wikipedia.... sin una palabrita, asi que propongo un ejercicio de agudeza visual, decirme que os parece:

Profeta: di a tus mujeres y a tus hijas y a las mujeres de los creyentes que se ciñan sus velos. Esa es la mejor manera de que sean reconocidas y no sean molestadas. Dios es indulgente, misericordioso. (Corán, 33, 59).

(extraido de: http://es.wikipedia.org/wiki/Hiyab)

Si bien solo hay un Corán aceptado por todos los mulsumanes, este, segun se puede leer en la wikipedia, tiene la particularidad que esta escrito omitiendo casi todas las marcas vocalicas, por lo que se puede leer o interpretar de diferentes formas. ¿que hacemos pues?.

Os dejo con el texto de Clarissa Pinkola, y puntualizo que el contexto del que he extraido este texto no tiene nada que ver con el Islam, es un libro escrito por una mujer occidental para, en un principio, mujeres occidentales, y que para mi, puede ser extrapolado a cualquier mujer que exista.

[...]
¿Qué significa el símbolo del velo? Indica la diferencia entre el ocultamiento y el disfraz. Se refiere a la necesidad de ser discretas y reservadas para no revelar la propia naturaleza misteriosa, y a la necesidad de conservar el eros y el mysterium de la naturaleza salvaje.

A veces nos cuesta conservar la nueva energía vital en el interior del crisol de la transformación el tiempo suficiente para que obtengamos algún beneficio. Nos la tenemos que guardar toda para nosotras sin darla al primero que nos la pida o a cualquier inspiración repentina que tengamos, pensando que es bueno inclinar el crisol y verter el tesoro de nuestra riqueza espiritual en la boca de otras personas o directamente al suelo.
La colocación de un velo sobre algo aumenta el efecto y el sentimiento. Eso lo saben muy bien todas las mujeres. Mi abuela solía utilizar la frase "tapar el cuenco con un velo". Quería decir colocar un lienzo blanco sobre un cuenco de masa para que subiera el pan. El velo de la masa de pan y el velo de la psique sirven para lo mismo. En el alma dé las mujeres que efectúan el descenso se produce una intensa fermentación. El hecho de encontrarse detrás del velo intensifica la perspicacia mística. Por detrás del velo todos los seres humanos parecen seres brumosos, todos los acontecimientos y todos los objetos tienen el color de un amanecer o de un sueño.

En los años sesenta las mujeres se cubrían con el velo de su cabello. Se lo dejaban crecer muy largo, se lo planchaban y lo llevaban como una cortina para cubrirse el rostro, como si el mundo estuviera demasiado abierto y desnudo, como si su cabello pudiera aislar y proteger su delicado yo. En Oriente Medio hay una danza de los velos y las modernas mujeres musulmanas se siguen cubriendo con el velo. La babushka de la Europa Oriental y los rebozos que lucen en la cabeza las mujeres de Centroamérica y en Sudamérica son también vestigios del velo. Las mujeres malayas lucen habitualmente velo y lo mismo hacen las mujeres africanas.

Mientras contemplaba el mundo, empecé a compadecerme un poco de las mujeres modernas que no llevaban velo, pues el hecho de ser una mujer libre y llevar velo a voluntad es conservar el poder de la Mujer Misteriosa. La contemplación de una mujer velada es una experiencia muy profunda.
Una vez contemplé un espectáculo que me ha mantenido cautiva del hechizo del velo para siempre: mi prima Eva, preparándose para su noche de bodas. Yo, que tenía unos ocho años de edad, estaba sentada sobre su maleta con el floreado tocado infantil ya torcido, una de mis ajorcas en la pantorrilla y la otra ya tragada por el zapato. Primero se puso un largo vestido de raso blanco con cuarenta botoncitos forrados de raso en la espalda y después unos largos guantes de raso blanco con diez botones forrados de raso cada uno. A continuación, se cubrió el bello rostro y los hombros con un velo que llegaba hasta el suelo. Mi tía Teréz ahuecó el velo a su alrededor, pidiéndole a Dios en voz baja que todo le saliera bien. Mi tío Sebestyén se detuvo en el umbral boquiabierto de asombro, pues Eva ya no era un ser mortal. Era una diosa. Por detrás del velo sus ojos parecían de plata y su cabello resplandecía como si estuviera cuajado de estrellas mientras que su boca semejaba una roja flor. Se pertenecía sólo a sí misma, contenida y poderosa, inalcanzable, pero en la justa medida.

Algunos dicen que el himen es el velo. Otros afirman que el velo es la ilusión. Y nadie se equivoca. Curiosamente, aunque el velo se haya utilizado para ocultar a la concupiscencia de los demás la propia belleza, es también una de las armas de la femme fatale. Lucir un velo de determinado tipo en determinado momento ante un amante determinado y con un aspecto determinado equivale a irradiar un intenso y nebuloso erotismo capaz de cortar la respiración. En la psicología femenina el velo es un símbolo de la capacidad de las mujeres de adoptar cualquier presencia o esencia que deseen.

Hay en la mujer cubierta por un velo una sorprendente numinosidad. Su aspecto intimida hasta tal punto a todos los que se cruzan con ella que éstos no tienen más remedio que detenerse en seco y su presencia los impresiona hasta tal extremo que necesariamente la tienen que dejar en paz. La doncella del cuento se cubre con un velo para emprender su viaje y, por consiguiente, es intocable.
Nadie se atrevería a levantarle el velo sin su permiso. Después de toda la prepotencia del demonio, está protegida una vez más. Las mujeres también pasan por esta transformación. Cuando están cubiertas por el velo, las personas sensatas se guardan mucho de invadir su espacio psíquico.
Por lo tanto, después de todos los falsos mensajes que se han recibido en la psique e incluso durante el exilio, nosotras también estamos protegidas por una cierta sabiduría superior, una rica y nutritiva soledad nacida de nuestra relación con la vieja Madre Salvaje. Estamos nuevamente en camino, pero protegidas de todo peligro. El hecho de llevar el velo nos señala como seres pertenecientes a la Mujer Salvaje. Somos suyas y, a pesar de no ser inalcanzables, nos mantenemos en cierto modo apartadas de la total inmersión en la vida del mundo exterior.
Las diversiones del mundo de arriba no nos deslumbran. Vamos en busca de un lugar, de la patria del inconciente. De la misma manera que se dice de los árboles frutales en flor que lucen unos preciosos velos, nosotras y la doncella somos ahora unos manzanos floridos que andan en busca del bosque al que pertenecen. [...]

"La doncella Manca" pagina edición pdf: 356
"Mujeres que corren con lobos"
Clarissa Pinkola Estés


Os dejo tambien este pequeño video sobre el Hiyab en el colegio.



Mitakuye Oy Asin
Erlik Khan

Fuentes consultadas:
http://es.wikipedia.org/wiki/Hiyab
http://es.wikipedia.org/wiki/Corán
http://www.islamenlinea.com/lamujer/hiyab.html
http://www.elmundo.es/elmundo/2010/04/21/madrid/1271853528.html
http://www.elmundo.es/elmundo/2010/04/27/baleares/1272401830.html
http://www.elpais.com/articulo/opinion/hiyab/simbolo/discriminacion/mujer/elpepuopi/20100421elpepuopi_1/Tes
http://www.webislam.com/?idt=12424
http://piniella.blogspot.com/2010/04/hiyab.html
http://www.womeninislam.ws/es/el-hiyab.aspx
http://blogs.laopiniondemurcia.es/apoderate/2010/04/22/el-hiyab-o-cubrirse-la-cabeza-libremente-de-carmen-coello/
http://www.fp-es.org/el-velo

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