martes, 2 de junio de 2009

Equilibrio al debatir sobre aborto

De nuevo me hago espejo de un articulo del Padre Masiá sobre el aborto en su blog "Vivir y Pensar en la Frontera", se podria decir que es la segunda parte del que puse en diciembre del 2008, y que podeis leer pinchando AQUI.

Personalmente soy antibortista, pero no por ello voy a forzar a las demas personas a que conmulgen con mis creencias, ya que eso esta en la consciencia de cada uno, y nadie sabe de los motivos por los que una mujer pueda decidir abortar, y por tanto enjuiciarla es un flaco favor a ella y a nosotros mismos.

He oido de mujeres que el ir a abortar es como ir cada temporada a comprar los modelitos de moda para la ocasion, pero se, bueno, es mi esperanza que de este tipo de personas casi se puedan contar con los dedos de una mano, que habria que tratar aparte y no por ello prohibir totalmente el aborto.

Bueno y ahora, el Articulo del Padre Masiá.

Mitakuye Oy Asin

Erlik Khan

Equilibrio al debatir sobre aborto

Sin caer en la trampa del dilema entre pro-life y pro-choice, bastantes personas (incluyendo representantes con responsabilidades parlamentarias de diversa pertenencia, confesional o aconfesional, así como de diversa afiliación partidista dentro del espectro político), preocupadas seriamente por proteger la vida, la dignidad y los derechos de cada ser humano, coinciden en buscar la via media para debatir serenamente. Con el deseo de apoyar su discernimiento, propongo el siguiente decálogo de criterios éticos.

1. Buscar convergencia pro-persona en posturas divergentes ante el aborto.Posturas opuestas pueden, sin embargo, coincidir al afirmar que el aborto no es deseable, ni aconsejable; que hay que unir fuerzas para desarraigar sus causas; que nadie debe sufrir coacción para abortar contra su voluntad; y que debe mejorarse la educación sexual para prevenir el aborto.

2. No confundir delito, mal y pecado. Rechazar desde la propia conciencia el mal moral del aborto puede ser compatible con admitir la posibilidad de que, en determinadas circunstancias, las leyes no lo penalicen como delito. El apoyo a esas despenalizaciones no tiene que identificarse necesariamente con favorecer el aborto a la ligera, ni considerarlo deseable para la mujer.


3. No ideologizar el debate, ni política ni religiosamente. Evitar agresividad y violencia contra cualquiera de las partes y no hacer bandera ideológica de esta polémica por razones políticas o por razones religiosas. Ni deja de ser un mal moral cuando la ley no lo penaliza, ni la razón de considerarlo mal moral depende de una determinación religiosa.


4. Dejar margen para excepciones inéditas en situaciones confictivas. Las situaciones límite no deberían formularse como colisión de derechos entre madre y feto, sino como conflicto de deberes en el interior de la conciencia de quienes quieren (incluída la madre) proteger las vidas de madre y feto. En los casos trágicos no hay soluciones prefabricadas. Las campañas de mal gusto –por ambos extremos, pro-abortistas y anti-abortistas- no ayudan al debate.


5. Acompañar personas antes de juzgar casos. Ni las religiones deberían enarbolar banderas de excomunión, ni las presuntas posturas defensoras de la mujer deberían jugar demagógicamente con la apelación a derechos ilimitados de ésta para decidir sobre su cuerpo en supuesta colisión con la exigencia de respeto por parte del feto. El aconsejamiento moral o religioso puede acompañar a las personas en sus tomas de decisión, pero sin decidir en su lugar ni condenarlas.


6. Comprender la vida naciente como proceso. La vida naciente en sus primeras fases no está plenamente constituída como para exigir el tratamiento correspondiente al estatuto personal, pero eso no significa que pueda considerarse el feto como mera parte del cuerpo materno, ni como realidad parásita alojada en él. La interacción embrio-materna es decisiva para la constitución de la nueva vida naciente y merece el máximo respeto y cuidado: a medida que se aproxima el tercer mes de embarazo aumenta progresivamente la exigencia de ayudar a que éste se lleve a término. Para evitar confusiones al hablar de protección de la vida, téngase presente la distinción entre materia viva de la especie humana (p.e., el blastocisto antes de la anidación) y una vida humana individual (p.e., el feto, más allá de la octava semana).


7. Confrontar las causas sociales de los abortos no deseados. No se pueden ignorar las situaciones dramáticas de gestaciones de adolescentes, sobre todo cuando son consecuencia de abusos. Sin generalizar, ni aplicar indiscriminadamente el mismo criterio para otros casos, hay que reconocer lo trágico de estas situaciones y debatir ampliamente sobre cómo abordar el problema social del aborto, cómo reprimir sus causas y cómo ayudar a su disminución.


8. Afrontar los problemas psicológicos de los abortos traumaticos. Es importante prestar asistencia psicológica y social a aquellas personas a las que su toma de decisión dejó cicatrices que necesitan sanación. No hay que confundir la contracepción de emergencia con el aborto. Pero sería deseable que la administración de recursos de emergencia como la llamada píldora del día siguiente fuese acompañada del oportuno aconsejamiento médico-psicológicos.


9. Cuestionar el cambio de mentalidad cultural en torno al aborto. Repensar el cambio que supone el ambiente favorable a la permisividad del aborto y el daño que eso hace a nuestras culturas y sociedades.


10. Tomar en serio la contracepcion, aun reconociento sus límitaciones.Fomentar educación sexual con buena pedagogía, enseñar el uso eficaz de recursos anticonceptivos y la responsabilidad del varón, sin que la carga del control recaiga solo en la mujer. Sin tomar en serio la anticoncepción, no hay credibilidad para oponerse al aborto; hay que fomentar la educación sexual integral, que abarque desde higiene y psicología hasta implicaciones sociales, e incluya suficiente conocimiento de recursos contraceptivos, interceptivos y contragestativos.

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PD: He creado una nueva etiqueta para ir directamente a los articulos que he puesto del Padre Masiá

3 comentarios:

ASHRAM ARUNACHALA dijo...

OM
Solo puedo hacer dos constataciones a tu más que interesante post:

1) No existe NI UNA sola corriente esotérica genuina que esté a favor del aborto, en ningún supuesto.

2) A todas aquellas que personalmente conozco y que han abortado, padecen unas secuelas psicológicas graves ó muy graves.

Personalmente creo que el aborto es una práctica contranatura y aborrecible, una acción profundamente ignorante y densa, que engendra un karma atroz en quien la practica.
Un abrazo!

Eugenio Criado dijo...

Ashram, antes de juzgar, nos tenemos que poner en el pellejo del otro, hay casos y casos. no todos se pueden ver bajo un mismo cristal. algunas mujeres lo usan como un medio anticonceptivo mas, me han comentado de chicas que van una y otra vez a abortar.... ¡¡ COmo es Gratis ¡¡¡. aqui esta clara la densidad en la que se mueve estas personas. pero tambien hay casos de embarazos producidos por violaciones, ¿obligarias a una mujer a tener un hijo no deseado y como causa de un acto violento contra ella? ¿que pasaria con ese hijo, posiblemente rechazado por la madre por el modo en que fue concebido? hablamos, enjuiciamos muy alegremente... cuando no nos toca directamente.

ASHRAM ARUNACHALA dijo...

OM

Juzgar es una cosa, opinar es otra.
Las dos primeras respuestas son constataciones, es decir hechos.
La última es mi opinión personal.
Con respecto a la cuestión que planteas sobre una violación con resultado de embarazo, opino que no tiene esa mujer porque asumir si no lo desea a esa nueva vida, que de forma tan cruel é involuntaria le han impuesto, pero hay miles de familias que desean ardientemente un niño,instituciones que se hacen cargo de él para darlo en adopción..etc.
Tiene la Madre Teresa de Calcuta publicada su opinión al respecto que es muy luminosa y amorosa, como no podia ser de otra manera, en ella termina diciendo "¡ Por favor no los mateis, dadmelos a mí..!"

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