Fotografo: Eugenio Criado
Me encuentro entre dos mundos, el corpóreo y el digital, mi
formación psico-corporal hace que me
ancle a tierra, me trae de vuelta
al aquí y ahora corpóreo, por otra
parte, el digital, desvanece las
fronteras de lo físico, me lleva al
mundo de las ideas, de los conceptos. A algo etéreo que se escapa de entre los
dedos de la mano, igual que cuando tomas un puñado de arena y cierras el puño.
Estoy con la
lectura del libro: Contra el Populismo:
Cartografía de un totalitarismo postmoderno (José María Lasalle), ya en el capítulo
10, titulado: Entre
los escombros del Futuro.
Aunque ya tenía encendida la luz de alerta en lo personal y lo social,
esta lectura me ha hecho elevar más el nivel de alerta ¿por?, por una serie de párrafos
que he leído de este capitulo (aunque el resto del libro es del todo
recomendable)
[…] gracias a la utopía
digital que decreta el tiempo real como un eterno presente, un no-tiempo que se
fundamenta en una miniaturización abreviada de las experiencias humanas que nos
encierran en la inanidad de todo desplazamiento al disolver el espacio como dimensión medible de nuestro
ser. En este contexto, el cuerpo parece estar sobreexpuesto a una
vulnerabilidad acuciante.
En este contexto, el cuerpo parece estar
sobreexpuesto a una vulnerabilidad acuciante. No solo porque quiebra el
canon de lo humano como medida de las cosas, tal como diseñaron nuestros
antepasados griegos, sino también
porque se le somete a un estrés virtual que lo hace prácticamente prescindible
como soporte de la experiencia. […]
Estas líneas son las que me han sacudido, ya el resto del
articulo realiza una exposición más amplia de cómo nos puede, como nos está
afectando en estos momentos. De cómo esa
frontera con nuestro entorno se va disolviendo:
[…] Como señala Byung-Chul Han, la comunicación
digital facilita la salida repentina de los afectos y las emociones tan
queridas por el populismo al no existir más mediación que la pulcra pantalla
acristalada que nos separa de los otros y a la vez nos comunica con ellos. La ausencia directa de estos y
de su trato inmediato y simple hace que las identidades fluyan desprejuiciadas,
liberadas de los condicionantes que impone la alteridad. Esta forma de
narcisismo se funda en un ego al que retroalimenta la pulsión de saberse sin
más límites que las capacidades que ofrecen los dispositivos, […]
Desgraciadamente, la pantalla acristalada más que ser una
frontera entre yo y los demás es una lanzadera indiscriminada que tanto podemos
lanzar rosas, como piedras incendiarias sin apenas percatarnos de la
diferencia. Tan solo a posteriori cuando vemos las respuestas también sin
filtro de los que recibieron nuestra andanada.
Creo que ahora es
acuciante volver al cuerpo, no como marcha atrás y punto, como involución sino
para tomar contacto con el cuerpo, también con nuestra Alma, espíritu y avanzar
juntos.
Para mí ya se me ha
hecho imprescindible acudir un día a la semana a la sesión de Trabajo sobre si,
por el sistema de rio abierto, sobre todo teniendo en cuenta que el resto de días
ando enchufado a la red, también tengo mis sesiones de yoga y baile,
actividades que me conectan con el cuerpo con su disfrute y ayudándole a cubrir sus necesidades de contacto con la mirada del otro, con el contacto de piel a piel, de corazones,
no solo de mente. A cambio el cuerpo, me muestra esas trabas que me bloquean,
que me hacen repetir una acción una y otra vez buscando que provoque un
resultado diferente. o sencillamente, me
dificultan afrontar, llevar a cabo vías alternativas.
Tenemos que volver
al cuerpo, pues este quien nos enraíza, quien nos mantiene en contacto con lo
tangible. No creo que estemos lo suficientemente evolucionados, principalmente
a causa de una educación deficiente a nivel ético, humanista como para afrontar
con mínimas garantías una “Sublimación” en lo digital.
Es un trabajo que
tiene que empezar por uno mismo, no esperar a que sea el otro quien lo
comience, nos hace falta a todos. De otro modo el populismo se irá extendiendo
peligrosamente llevándonos a situaciones de las que salieron penosamente
nuestros abuelos, padres, que lucharon lo mejor que supieron porque no
volvieran a ocurrir pero que sin embargo… su larga sombra ya nos está
alcanzando nuevamente.
Ya para terminar, me
viene a la mente unas líneas que leí en el libro “Las voces del Desierto” de
Marlo Morgan. Bueno, creo que viene de
este libro. De vez en cuando los aborígenes
paraban varios días sin razón aparente a lo que
Marlo les preguntaba porque lo hacían, ellos dijeron para que su espíritu,
que caminaba más lento, los alcanzara y así poder continuar como seres
completos. Pues bien, creo que esto
mismo nos está pasando a nivel mental, vamos demasiado rápido, y hemos dejado atrás
nuestro cuerpo, tenemos que parar y esperar, y trabajar para que espíritu,
mente y cuerpo avancen juntos, porque uno no puede ser sin los otros dos para
poder avanzar hacia un futuro con esperanza.
MITAKUYE OY ASIN
Eugenio Criado
Eugenio Criado